sábado, abril 04, 2009

TIENES LA CABEZA LLENA DE PÁJAROS.



Me hace gracia esta expresión. Alguna vez me la dijeron, hace mucho que no la oigo, pero me llamaba la atención que fuera dicha como un reproche, cuando a mi me parece importantísimo tener algo en la cabeza, aunque sean pájaros. El caso es que se suele atribuir a personas con fantasía, sueños, ilusiones, pensamientos desordenados y ruidosos, eso que algunos denominan "tonterias" o "irrealidades", y sin embargo, me parece tan importante tener la cabeza llena de pájaros...porque es absolutamente necesario volar de vez en cuando. Soñar. Quien no necesite soñar anda ya medio muerto. A mi siempre me ha ido muy bien gracias a todos los pájaros que anidan en mi cerebro. Porque me han hecho ir más allá, ver las cosas de otra manera. Me han permitido creer en mis sueños, aferrarme a ellos, convencerme de que era posible hacerlos realidad, y de tanto creer ciegamente en lo que los pájaros me decían, llegaron, porque todo el universo conspira para que pase lo que deseas si de verdad crees que puede suceder. El problema viene cuando no tienes pájaros en la cabeza, precisamente, que entonces no sabes volar y no crees que sea posible, claro, no tienes alas, así que dejas abierta la puerta a posibilidades que no siempre son las que hubieras querido alcanzar, porque si no sabes volar hay cosas a las que no puedes llegar. Así que piso suelo firme, si, pero estiro los brazos para llegar a las estrellas. Si lo puedes soñar, lo puedes hacer. Y dejo los pájaros en mi, que la verdad es que sin ellos mi mundo no podría tener colores.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

SI.
SI.
SI.

PAJAROS EN LA CABEZA.

Te creo, es absolutamente necesario durante toda la vida, ¿y dices que hacía tiempo que no escuchabas esta expresión?, claro ahora eres una persona adulta, seguramente en tu niñez y adolescencia la oirías más a menudo, a mi también me pasaba.

Miraba a la ventana y soñaba con ser un astronauta pisando la luna
y el cielo lo cruzaban galeones, delfines, cometas, falúas.
Y en la pizarra el profesor dictaba los teoremas.
En su cabeza sonaba el canto de un gorrión, pájaros en la cabeza.
Salía siempre tarde castigado por no estar nunca donde debiera
y en casa le esperaban el tedio y la comida servida en la mesa.
De fondo el rumor de un televisor y madre suspirando.
"¿Dónde andas hijo mío? Siempre en las nubes," y nadie escucha el telediario.
Pájaros en la cabeza y volar
a donde las ventanas siempre están abiertas,
donde el humo de tus pasos nos enseña a vivir.
Pájaros en la cabeza y soñar
que aún contaré relámpagos contigo,
aunque el tiempo y la arena escondan el camino hasta ti.
El tiempo pasó y todos crecimos
-bueno, no todos, algunos seguían
mirando por la ventana y sobrevolando
la moqueta azul de la oficina.
En el trabajo aún se perdía
en las selva de sus sueños
y un grito le nombraba, le arañaba
y rompía el dulce sortilegio.
Madre aún seguía sirviendo la sopa,
"¿Cuándo sentarás la cabeza?
Un día la abriremos y bandadas de cotorras
escaparán de ella".
Él sonreía sin dejar
de mirar por la ventana,
soñando mundos mejores,
lluvias que caían sobre parejas que se amaban,
claveles en los fusiles,
barcos que sueltan amarras,
luces de faros, besos de mujeres que nunca,
nunca le miraban.
Pájaros en la cabeza y volar
a donde las ventanas siempre están abiertas,
donde el humo de tus pasos nos enseña a vivir.
Pájaros en la cabeza y soñar
que aún contaré relámpagos contigo,
aunque el tiempo y la arena escondan el camino hasta ti.
Una mañana de enero nuestro hombre
se subió a lo alto de la Torre España
para ver si al morder el azul gris del cielo
los pájaros callaban.
Mirando absorto la ciudad,
ni el rumor de su pecho escuchaba,
ni a madre, ni al televisor, ni a la oficina,
sólo un lejano batir de alas.
Cuando nos quisimos dar cuenta
nuestro chico había desaparecido.
Nadie en lo alto de la torre lo vio abandonar
la sombra gris del edificio.
Nadie lo vio caer al suelo,
nadie oyó sus carcajadas,
sólo el sonido de cien pájaros -o alguno más-
escapando de sus jaulas.
Nada se supo de este soñador,
del canto de sus aves,
hasta que llegaron cartas, retazos de sus alas
en forma de postales.
Pájaros en la cabeza y volar
a donde las ventanas siempre están abiertas,
donde el humo de tus pasos nos enseña a vivir.
Pájaros en la cabeza y soñar
que aún contaré relámpagos contigo,
aunque el tiempo y la arena escondan el camino hasta ti.
Pájaros en la cabeza y volar
a donde las ventanas siempre están abiertas,
donde el humo de tus pasos nos enseña a vivir.

Y no te digo de quién es porque seguro que ya lo sabes.

Los Santos Inocentes.

Anónimo dijo...

Felicidades por tus 20.000 visitas.
Todo un regalo.

Los Santos Inocentes.

Lorena dijo...

No la recordaba y me la has traido de vuelta. Que canción más bonita!. Y el autor es un auténtico poeta de la vida, de las historias cotidianas que en demasiadas ocasiones pasan desapercibidas.
Qué incomprensión me producía cuando me decían esta frase como reproche!. Será como tú dices, que ahora me ven adulta, que piensan que mis silencios no esconden sueños, y en realidad ahora sueño más que antes...es raro, a veces las personas no somos lo que parecemos, más bien al revés. Y la edad hace que mis pájaros pongan huevos y nazcan polluelos, así que se multiplican los pájaros de la cabeza, por fortuna, que la vida es sueño...y los sueños si los crees se hacen realidad, experiencia propia.
Gracias Santos, por regalarme esta canción preciosa, por dedicarme unos minutos de tu tiempo, por aparecer, por despertar la sonrisa y por colaborar en que tenga 20.000 visitas. Un abrazo.

Lorena dijo...

¡Ah! y no dejes escapar a esos pájaros que nos ayudan a volar...

Mónica Vera Musso dijo...

Que bien que le hace al alma tener pájaros en la cabeza...a mí también me lo han dicho como un reproche, pero para mí es un verdadero cumplido... a mucha honra!!! Tus palabras son bellas, atravesaron todo el mar para alegrar mi día, estoy al otro lado del mundo y tus pájaros llegaron hasta mi ventana... gracias por soñar, ... "todavía soñamos, todavía cantamos, todavía esperamos"... no recuerdo quién lo dijo, pero es hermoso... Un beso grande desde el sur del mundo. Moniquilla, Concpeción, Chile.

Lorena dijo...

¡Hola Mónica!, muchísimas gracias por informarme de que han llegado los pájaros hasta tu ventana, siempre tengo curiosidad por saber hasta donde pueden volar y veo que han llegado lejos. Que lugar más bonito para aterrizar, son listos estos pájaros¿verdad?. Un abrazo y muchas gracias por tu comentario.

Gabita dijo...

Yo tengo pájaros en la cabeza, pero nadie me lo dice. Me lo digo sola, y me encanta tenerlos. Es como tener mariposas en la panza, los pájaros baten alas, también las mariposas, los pájaros son libres, sus alas los remontan a los lugares más recónditos.
Brindo por los pájaros en la cabeza!!! Gaby

Lorena dijo...

Gabita: ¡Hola Gabita!, ¡pues ya somos dos!, y es que ¿cómo se puede soñar sin volar con los pájaros de la cabeza?, ¿y que es la vida sin sueños?, así que me uno a ti, ¡yo también brindo por los pájaros en la cabeza!. ¡Muchas gracias por la visita!.